Mañana con Otto

Le brillan los ojos azules y muestra cordial sonrisa, cuando asegura que “el apellido de la familia anda por los suelos” una broma frecuente con la que hace referencia a que su abuelo paterno introdujo el agua potable en la capital de Oaxaca y todavía hay en las banquetas tapas de los registros con el nombre “Schondube”.

Sí, es Otto Schondube Baumbach, uno de nuestros más prominentes arqueólogos, quien opina: “La arqueología se hace con los pies”, y “para mostrarlo nos puso unas buenas caminatas por la barranca del Río Juchipila”, dijo uno de sus numerosos alumnos; son numerosos, porque dicen los que saben, que la labor de un buen investigador no sólo se mide por la cantidad de reconocimientos, sino por el número de alumnos y de colegas que deja tras de sí. Se dimensiona por el impacto que produce en la sociedad que lo rodea.

Es el caso de Otto, su amor por el conocimiento lo torna generoso y a los que se acercan a su vera, les entrega información, datos, opiniones, acopiados por muchos años de estudio y experiencia, es pródigo y generoso con su saber y eso le atrae numerosos alumnos, admiradores y amigos. Como los que se van a reunir a aplaudir el homenaje que han preparado los del Trompo Mágico para el jueves a partir de las cinco de la tarde.

Será un homenaje al conocimiento, al círculo que cumple cotidianamente Otto: para hacer investigación de los distintos grupos sociales que habitaron Jalisco y su región, es necesario conservar el patrimonio arqueológico. y para defender ese patrimonio es necesario conocerlo.

Y en eso anda; acrecentando su sabiduría que hace escuela mediante su labor docente que inició en la Universidad Iberoamericana, cuando ella era generadora de antropólogos y de instituciones como el prestigiado CIESAS. A su regreso a éste su Estado natal, continuó enseñando arqueología en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Ha participado en la protección y conservación de sitios como Ixtapa e Ixtépete; ha colaborado en museos como el de Nayarit, el de Colima, el de Mazatlán, además de ser el responsable de la curaduría de arqueología del Museo Regional de Guadalajara, desde hace más de 20 años, en donde ha desempeñado una notable actividad de difusión.

El jueves recibirá otro homenaje más este activo reconstructor de la historia sociocultural de la región, que ha encontrado e incorporado las tradiciones propias de Occidente, como la tumba de tiro, cuyas andanzas y exploraciones han sido lo suficientemente prolíferas y variadas para considerarlo uno de los observadores más estimulantes e incansables de su generación, que genuinamente y con honestidad ha colocado a la vista de todos un pasado deslumbrante que todavía no acabamos de conocer.

Hoy debemos acompañarlo; entre sus méritos está el muy valioso logro de abrir nuestros ojos al pasado para explicarnos mejor nuestro porvenir, y eso debemos agradecérselo cumplida y constantemente. Del mismo modo que damos gracias por los otros beneficios que recibimos.

MARTHA GONZÁLEZ ESCOBAR / Divulgadora científica. UdeG.
Correo electrónico: marthaggonzalez@yahoo.com.mx