Jueves, 05 de Diciembre 2024

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La resistencia del Norte

Por: EL INFORMADOR

Con una gasolina que supera los tres dólares por galón —casi un dólar el litro—, nevadas y vuelos cancelados en los aeropuertos del Norte, lluvias, inundaciones y deslaves en el Suroeste, un frío histórico en el Sureste y un presidente con una popularidad por debajo de 40%, así terminó 2010 para los Estados Unidos. Un amigo periodista que desde hace 10 años vive en el vecino país, me pudo resumir en una llamada telefónica lo que comparto a continuación.

Permaneciendo aún los hispanos como una comunidad fuerte, el año que se fue recibió para muchos el merecido título de “el año de los derrames”, pero también el de las fugas, destapes y el año del “no”.

Derrames, porque durante tres meses la compañía British Petroleum derramó más de 200 millones de galones de petróleo dentro del Golfo de México y en las costas de Louisiana, Mississipi, Alabama y Florida, un desastre ecológico de proporciones históricas. Fugas, porque durante el pasado mes de julio la escandalosa página de internet Wikileaks publicó más de 92 mil documentos militares los cuales presentaban evidencias de que la guerra en Afganistán no iba nada bien. Para el mes de noviembre el mismo sitio de internet daría a conocer miles de correos electrónicos que mostraron cómo los diplomáticos estadounidenses percibían y hasta se burlaban de cada uno de los líderes del planeta.

El año 2010 fue el del “no” para el trabajador, la clase media y el grupo al que pertenece precisamente mi amigo: el de los migrantes. No a la disminución del desempleo, ya que continúa por encima de 9% a nivel nacional; no para los embargos hipotecarios y la prolongada caída del mercado inmobiliario; no a los demócratas en el Congreso federal y gubernaturas estatales por la derrota sufrida en las elecciones intermedias. Fue el año del “no” a la oportunidad de que los hijos de indocumentados puedan regularizar su situación migratoria estudiando en la universidad o enlistándose en el Ejército; no al “Dream Act”, la coyuntura más cercana a una reforma migratoria; pero también fue el “no” a la suspensión de programas para detectar indocumentados en las cárceles, como el llamado Comunidades Seguras y el 287 (g) que se aplican en más de 100 y 80 condados respectivamente de todo el país, ambos establecidos como formas de detener y deportar por situaciones tan mínimas como tener una luz en el carro que no funciona bien.

De esta forma, 2010 se conoció como el año de la sobrevivencia económica, ahora 2011 será el de la resistencia, Barack Obama y los demócratas tendrán que convivir con un Congreso republicano, un país que se intenta proyectar como una nación conservadora y en contra de políticas más progresistas, y para los migrantes porque tratarán de resistir políticas anti migratorias que estados y congresos locales ya preparan para imitar la SB1070 en Arizona. Y esto apenas inicia.

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