“La Familia” tiene su iglesia

No podían creer que era Nazario Moreno. Cuando los servicios de inteligencia del Gobierno de México tuvieron en sus manos, por primera vez, una fotografía del considerado líder de “La Familia Michoacana”, no encontraron lo que esperaban: habían imaginado un bigotón lleno de joyas de mal gusto, pero se toparon con un hombre con aspecto de maestro rural izquierdista, con un libro bajo el brazo y una playera del Ché Guevara. Esperaban un narco y aquél era un evangelizador.

La Procuraduría General de la República (PGR) ha definido a “La Familia” como el cártel más peligroso de México. El cuidado en el uso del calificativo llama la atención: no el más sanguinario, ni el más extendido; no el más rico ni el más famoso: el más peligroso, porque ha cambiado las reglas del comportamiento delictivo habitual entre traficantes de drogas.

De entrada, “La Familia” no coopta personas y las vuelve asesinos a sueldo, invita ciudadanos y los convierte. Según reportes oficiales, el método de reclutamiento consiste en acercarse a jóvenes vulnerables (recoger drogadictos en los centros de rehabilitación, chavos de la calle, alcohólicos) y someterlos a un catecismo, diseñado por Nazario Moreno, en donde se les inculcan valores éticos y sociales, temas que van desde teoría de la justicia hasta la crítica a un modelo económico que sólo ha servido para crear desigualdad y pobreza.

Una vez fanáticos, lo de menos es hacerles creer que para seguir estos ideales de moral pública (la presentación en sociedad de “La Familia” habla de limpiar a la comunidad de los maleantes) hay que traficar drogas, secuestrar, extorsionar, asesinar.

Hay nueve mil fieles de la secta, según Rafael Cedeño Hernández ,“El Cede”, brazo derecho de Nazario Moreno, operador en el municipio de Lázaro Cárdenas, en declaración ministerial citada por el comisionado de la Policía Federal, Rodrigo Esparza. Por cierto, cuentan que a “El Cede”, tras un pleito con uno de los líderes del cártel, lo mandaron de regreso al área de capacitación de “La Familia” para que no se le fuera a olvidar la doctrina, y lo hizo tan bien que terminó de capacitador.

La estrategia de posicionamiento de “La Familia”, de acuerdo con la información que comparten los integrantes del gabinete de seguridad, incluyó el desplazamiento del cártel de los Valencia en el mercado de drogas sintéticas, su marginación del territorio michoacano, una alianza con el brazo armado del cártel del Golfo para ganar notoriedad y niveles de violencia, rompimiento con este grupo cuando quisieron quedarse con el negocio y el mantenimiento permanente de bases de reunión y adiestramiento.

El plan, la doctrina, que parece más de una guerrilla sofisticada que de un cártel regional, viene escrito, de puño y letra, junto con reflexiones y poesías de su inspiración, en el libro que porta bajo el brazo Nazario Moreno.

Saciamorbos

¿Un procurador estatal? 350 mil pesos al mes. ¿El subprocurador que combate a las drogas? 450 mil dólares mensuales. ¿Operar con impunidad? No tiene precio (bueno sí, ganancias por 30 mil millones de dólares al año).

CARLOS LORET DE MOLA A. / Periodista.