Feminicidios

El primer día localizaron los cadáveres de tres mujeres violadas, torturadas y asesinadas en diferentes fechas. Al día siguiente encontraron cinco cuerpos más. Lugar: campos algodoneros de Ciudad Juárez, Chihuahua. Fechas: 6 y 7 de noviembre de 2001.

En busca de que se impartiera justicia, los familiares de las víctimas debieron recurrir a un organismo internacional. En México se les negó la justicia; a ellas y a la mayoría de las más de 500 mujeres asesinadas desde 1993 en la norteña ciudad.
Ocho años después de que fueron encontrados los cadáveres de las jóvenes, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acordó el pasado 19 condenar al Estado mexicano por la violación de los derechos humanos de tres de las asesinadas: Esmeralda Herrera Monreal, Claudia Ivette González y Laura Berenice Ramos Monárrez.

La sentencia de la CIDH exhibe el obsoleto sistema de procuración e impartición de “justicia” en México. Un sistema que desprotege a las víctimas y a sus familias; que es incapaz de investigar crímenes y de llevar ante un juez a los victimarios, como ha sucedido con los feminicidios de Ciudad Juárez. Un sistema que garantiza la impunidad de los criminales.

Si deseamos conocer la impunidad en los asesinatos a mujeres en nuestro Estado, bastará leer el Segundo Informe de Feminicidios en Jalisco 1997-2009, que se difundió ayer.

Al Estado mexicano poco le han interesado los feminicidios de Ciudad Juárez. A pesar de que el ex procurador de Justicia de Chihuahua de 1996 a 1996, Arturo Chávez Chávez, fue acusado por organizaciones y familiares de las víctimas como responsable de la impunidad e ineficiencia para indagar las oleadas de asesinatos de mujeres, los senadores del PRI y del PAN lo ratificaron en septiembre pasado como procurador general de la República.

En ese contexto, la decisión de la CIDH seguramente cayó como bomba en el gabinete de Felipe Calderón. Hay que puntualizarlo: la lucha de las familias de las jóvenes asesinadas en los campos algodoneros encontró desdén y obstáculos en estos dos sexenios panistas.

La CIDH tiene un importante peso internacional: es uno de los tres tribunales regionales de protección de los derechos humanos, con la Corte Europea de Derechos Humanos y la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. Hasta el martes pasado su sentencia no había sido dada a conocer oficialmente. Se esperaba lo hiciera ayer, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres y las Niñas. Se ha dado un primer paso con ese objetivo… fuera de México.