| El peso de la nómina Por: EL INFORMADOR 7 de mayo de 2008 - 23:00 hs Por mandato establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo 115, los ayuntamientos tienen la responsabilidad de prestar a los ciudadanos los servicios básicos como la seguridad, el aseo, el alumbrado, el equipamiento de calles, parques y jardines, y los servicios en panteones y mercados municipales. Acceder a estos servicios con calidad y eficiencia es lo que esperan los ciudadanos de sus autoridades más cercanas, más próximas, que son las del municipio. Para ello, los habitantes de las ciudades pagan sus contribuciones y nutren de recursos a los ayuntamientos. Pero la mejor voluntad de prestar servicios con eficiencia se ve seriamente limitada cuando la autoridad que debe disponer de la mejor manera de los recursos públicos, es sometida a la presión de sostener sobre sus hombros la carga de una abultada estructura burocrática que, en muchos casos, se va acumulando por efecto de contrataciones que tienen su origen en compromisos políticos y no en necesidades reales de trabajadores que brinden esos servicios a la sociedad. El Ayuntamiento de Guadalajara vive hoy esa realidad en la que la plantilla de personal le quita más de la mitad de los recursos al presupuesto municipal, en detrimento de la función sustantiva de la comuna. Actualmente, el Ayuntamiento tapatío cuenta con un total de 12 mil 012 plazas que absorben alrededor de mil 981 millones de pesos, lo cual representa nada menos 52% del presupuesto total que en este 2008 es de tres mil 839 millones 144 mil 781 pesos. Las cifras, que de suyo son escandalosas, pueden ser miradas en perspectiva para mostrar que no es condición irreparable que un Gobierno municipal (o de cualquier otro orden) deba sostenerse con una pesada nómina. El municipio de Monterrey, por poner sólo un ejemplo de ciudad equiparable a la capital jalisciense, tiene una nómina que ronda los ocho mil trabajadores activos (alrededor de 30% menos que Guadalajara) y eroga cerca de 700 millones de pesos anuales (35% menos que nuestra ciudad) para cubrir sus sueldos y prestaciones. El director de Recursos Humanos del Ayuntamiento tapatío informa que la actual administración municipal ha reducido la plantilla laboral en 454 plazas respecto a la anterior gestión municipal, que cerró 2006 con 12 mil 466 trabajadores. Bien por el esfuerzo, pero a todas luces insuficiente, porque apenas se ha reducido, en casi año y medio de administración, 3.6% del personal con el que se arrancó. Tiene razón el funcionario al reconocer que la nómina municipal sigue siendo “abultada”, y aunque asegura que “hemos estado haciendo esfuerzos para irla reduciendo”, el peso de las evidencias habla de que falta mucho por hacer. Terminar con las prácticas viciadas de contrataciones por compromisos, y mandar a su casa a quien no trabaja, son acciones que, por duras que sean, deben tomarse. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones