Anuncia facción contraria al presidente del PAN

Apenas después de rendir protesta como presidente del Partido Acción Nacional (PAN) por un segundo período de tres años, hasta 2011, Eduardo Rosales Castellanos encontró que sus opositores dentro del panismo, reconociéndose marginados en la integración del nuevo Comité Estatal, anunciaron la conformación de un equipo alterno para representar a los panistas “que no se sienten identificados” con el actual grupo en la presidencia del partido, y subrayaron que la reelección del presidente no es “un cheque en blanco”.

El anuncio lo hicieron en la sede misma del partido, dos diputados federales y dos funcionarios del Gobierno estatal. Diego Monraz Villaseñor, titular del Sistema del Tren Eléctrico Urbano; Jesús Hernández Barbosa, coordinador de Gestión Gubernamental en la Secretaría estatal de Planeación, y los legisladores Mario Salazar Madera y Joel Arellano Arellano.

“En calidad de consejeros de este partido, queremos expresar el razonamiento de nuestro voto: fue a favor. Fue una elección por unanimidad en sus diferentes propuestas, con un sólo candidato a presidente y una sola planilla para el Comité Estatal”, comenzó Diego Monraz.

“Queremos dejar muy en claro que esto no es un ‘cheque en blanco’. No queremos que se entienda así. No se trata de una votación incondicional. Queremos dejar en claro que en un margen de institucionalidad y buscando la unidad del partido, hemos decidido varios compañeros de Acción Nacional que aunque esta no era nuestra propuesta para presidente, votamos a favor en el entendido de que no seremos nosotros los que abonemos o demos el primer paso en este período, a la falta de unidad.

“Creemos en la unidad del partido, creemos en que es la mejor forma de trabajar para este partido y para el Gobierno; ya hemos expresado en la reunión pasada (del Consejo Estatal) una serie de posicionamientos sobre esto y hoy simplemente queremos subrayar que nuestro voto a favor no será un ‘cheque en blanco’ y estaremos muy activos trabajando”.

Monraz, designado por el gobernador Emilio González para operar el proyecto estatal de movilidad urbana, y de quien también se conoce que aspira a ser candidato del PAN para Zapopan, insistió en que “muchos de los integrantes del Consejo Estatal que votamos a favor (de Eduardo Rosales) no estaremos ni encabezando ni siendo parte de un comité o de una comisión en particular, puesto que en los acuerdos no se generó esa posibilidad. Sin embargo, eso no nos mantendrá cruzados de brazos, en actitud de consejeros pasivos; por el contrario, estaremos trabajando, generando una corriente, un movimiento activo dentro de los municipios, de los comités municipales y de los subcomités en la zona metropolitana, para ser portavoces de ese panismo que piensa diferente, que a veces disiente y que tampoco tiene porqué coincidir en todo. Es necesario —puntualizó— que exista ese vínculo, ese espacio de comunicación entre los panistas y su dirigencia”.

Intervino entonces Jesús Hernández Barbosa, a quien se le cuestionó:
— ¿Qué esperan del comité?
— Al afirmar que nuestro voto no es un cheque en blanco, quiere decir que actuamos en función de la democracia que impera en Acción Nacional, pero la democracia no quiere decir un consenso absoluto y en todo. Como todo partido político, tiene que abrir las puertas a la discusión y al debate, y principalmente a la escucha de la voz y la propuesta de los militantes que esperan más de nosotros en los municipios”.

Reconoció que en la integración del nuevo Comité Estatal, entre sus 30 miembros no hay representación de la facción panista que tiene por líder al gobernador Emilio González, porque “no hubo una invitación expresa y por eso estamos afirmando que tendremos una presencia intensa en los municipios para poder hacer esta ‘vía doble’, escuchando a los militantes para traer propuestas al Comité Estatal y llevando también ideas a los municipios”.

— ¿Están constituyendo una corriente crítica dentro del Consejo Estatal del partido?

— No. No es una corriente, no es una disidencia, sino más bien queremos buscar los equilibrios dentro del Consejo Estatal para hacer que Acción Nacional se fortalezca y tengamos oportunidades de ganar el proceso electoral de 2009.

Al señalárseles a todos que han quedado excluidos y es notorio que la facción política de los emilistas está marginada en el nuevo comité estatal, Hernández Barbosa admitió: “Por eso estamos levantando la voz, para poder hacer que no sea una sola voz la que se escuche dentro del Consejo Estatal y vamos a tener una intensa movilidad”.

Por su parte, el diputado federal Mario Alberto Salazar Madera, refiriéndose a las elecciones del año entrante, anunció que en este grupo de trabajo “estaremos velando porque haya garantías democráticas internas para todos los panistas. Si esto se presenta, obtendremos los mejores candidatos.

“Por encima de las cuotas, queremos que pese el valor y el interés de encontrar a los mejores candidatos. Y tanto un equipo como otro (de consejeros) o cualquier grupo de trabajo dentro del partido, tendrá perfiles que puedan representar a los panistas a los diferentes cargos de elección”.

A su vez, el también diputado Joel Arellano Arellano ofreció su propia versión de las cosas: “Lo que queremos anunciar es que vamos a buscar una sinergia con un cierto grupo importante en Jalisco que no se siente representado. Habrá municipios que nosotros como consejeros, visitaremos para ser interlocutores de quienes están lejos de la ciudad de Guadalajara; nuestra chamba será establecer un grupo de consejeros activos, dedicados, que vele por tener en 2009 candidatos acordes con el perfil que la ciudadanía busca”.

Sostuvo que los consejeros identificados con este grupo crítico dentro del partido “son una cantidad enorme”, aunque no precisó en ningún momento cuántos son. El Consejo Estatal del PAN está integrado con 112 miembros y extraoficialmente, se conoce que son al menos 30 quienes no forman parte del grupo simpatizante de Eduardo Rosales.

“La metodología de trabajo la estaremos dando a conocer próximamente”, retomó Diego Monraz, “queremos que haya trabajo claro y frecuente, de ida y vuelta, con los militantes del partido (...) estaremos ejerciendo nuestro uso completo, sin regateos, de lo que es una consejería. Votó mucha gente por nosotros y con ellos y con todos los demás panistas seremos un puente de comunicación. Por lo menos, mensualmente estaremos realizando documentos y proyectos que ayuden a tener un partido mejor consolidado y una propuesta de gobierno mejor armada para la próxima elección”.

Un grupo de consejeros panistas que difieren del liderazgo de Eduardo Rosales, anunció que trabajarán por su cuenta para “representar” a los panistas que no son escuchados. Entre ellos están Joel Arellano, Jesús Hernández y Diego Monraz (de izquierda a derecha).