México rompe récord de asesinatos de los últimos veinte años, es decir, se han dado las cifras más altas desde que iniciaron estas mediciones de manera oficial. Pero no es todo, porque la violencia seguirá aumentando, y mientras, el gabinete festeja triunfos pírricos que exponen el universo paralelo que habitan.Los asesinatos han subido, al igual que los feminicidios, el secuestro, las extorciones, los robos en casa habitación, en las carreteras, en transportes y en la vía pública, con cifras no vistas desde que esta contabilización inició. Esta es la realidad que los mexicanos viven cada día. Por ello el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), realizó la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana 2017, donde revela que el 74.9 por ciento de los mexicanos perciben sus estados como muy inseguros, y las cifras oficiales les dan la razón. Porque además de Guerrero, Colima, Nayarit, Michoacán, y Sinaloa, que están sobrepasados, se han agregado a la lista de alta peligrosidad Guanajuato, San Luis Potosí, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, y claro, Jalisco, donde las autoridades estatales y municipales faltan a su deber, como parte del Estado, de frenar la inseguridad.Porque ya no son ‘sólo’ las muertes entre grupos delictivos, ahora transitar, ir al trabajo, recoger a los niños, entrar a un cajero, hacer la vida cotidiana de un ciudadano común, puede significar estar en el sitio incorrecto en el momento inadecuado, con el resultado de encontrar la muerte. Lo más grave para los jaliscienses es que por la disputa entre los cárteles de Jalisco y Sinaloa se espera más violencia. Esto lo saben las autoridades pero... no se miran las estrategias de seguridad para amainar semejante peligro y proteger a la población.El INEGI alarmado, reportó en su encuesta que las localidades más peligrosas son: Villahermosa, 96.6%; Ecatepec, 94.6%; Chilpancingo, 91 %. Y si: Puerto Vallarta, Jalisco, lugar antes paradisíaco, hoy vuelto almácigo de violencia donde la seguridad de sus pobladores y de los turistas, es cada vez más precaria. Y los sitios donde la ciudadanía se siente más insegura, son: los cajeros automáticos, el transporte público, los banco, las calles que usa, su automóvil, las carreteras, los parques recreativos, su casa, los centros comerciales, el trabajo, y la escuela, es decir: todos.Ante el incremento de la inseguridad y rebasados por la violencia, ya tres estados del país, Nuevo León, Baja California Sur, Guanajuato, han modificado su código legal, ampliando la figura de legítima defensa, para proteger a los ciudadanos que maten en defensa propia. Siete más avanzan hacia la despenalización: Tamaulipas, Baja California, Quintana Roo, Tabasco. Y en Jalisco, la diputada Ruiz Moreno busca lograr cambios al código penal para establecer una ampliación del término legítima defensa para que cualquier persona pueda defenderse, disparando, de un robo en su domicilio, por ejemplo. Así, esta ampliación que legitima la defensa propia, es una acción de respuesta, ante la realidad que vive el país, que es vista por los legisladores de distintos partidos como un mal necesario...sin embargo, esto llevará al aumento de la posesión de armas...y, claro, de muertes.Y mientras esto ocurre, mientras los legisladores buscan escapes a la amenazante situación que viven los mexicanos, mientras la ciudadanía se armará para proteger su integridad en legítima defensa, ¿qué razón esgrime el Estado que le disculpe el incumplimiento de su primigenia obligación: la protección de su ciudadanía?
