La hoy ciudad de Guadalupe, en el Estado de Hidalgo, fue la sede de las negociaciones del Tratado de Guadalupe Hidalgo que se bautizó con nombre del lugar, mediante el cual México cedió a los Estados Unidos más del 50% del territorio nacional, aproximadamente 2 millones 337 mil kilómetros cuadrados y nos quedamos con un millón 964 mil 385 km2.Las declaraciones agresivas del Presidente Trump en contra de México, han destapado la Caja de Pandora en donde se guardaban todos los resentimientos por la actitud abusiva de los Estados Unidos en las dos invasiones militares y los tratados que han disminuido nuestro territorio original.Durante 169 años no se habló de reclamar a los Estados Unidos por el abusivo tratado, hasta ahora que Cuauhtémoc Cárdenas formuló una reclamación para presentarla en la Corte Internacional de La Haya, para lo cual se necesita que la firme el Presidente Peña Nieto. Tomando en cuenta el carácter de Trump, de ventajoso y agresivo, estamos partiendo mal en esta reclamación, pues no considera que Trump escribió un libro hace 30 años que se llama “El Arte de la Negociación”, en el que describe cual debe ser la actitud para sacar ventaja a la parte contraria en una negociación. En estas circunstancias debemos partir de reclamar la devolución del territorio en su totalidad, tomando en cuenta que se fijaron los límites con malas prácticas por haber firmado el tratado bajo la presión de la invasión con un Ejército que superaba en número y entrenamiento al de México, además de que la situación política de México era inestable y la presión de la guerra era tal, que se pretendía con el Tratado que no hubiera más muertes y evitar una rendición vergonzosa, sin embargo, en ninguna parte del texto se menciona que se cede la propiedad, por lo tanto la delimitación de los linderos sólo cede el uso del suelo. Este tratado se asimila al pago de un rescate por un secuestro; si queremos libertad nos cuesta la mitad del territorio nacional, ¡Qué vergonzoso abuso!Hay casos en la historia en donde se han repartido territorios de países entre los ganadores, pero con el tiempo se han restituido a sus pobladores originales, como el caso de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.Ahora bien, pedir la devolución del territorio sería sólo para negociar, porque después de más de siglo y medio sería catastrófico para ambos países y ahí es en donde se negociaría una indemnización razonable tomando en cuenta el valor original del terreno y su actualización. Como un ejemplo tenemos que si los cál culos nos llevan a valuar la indemnización en tan solo 10 dólares por metro cuadrado, hacemos el cálculo de 2 millones 331 mil kilómetros cuadrados, siendo un millón de metros por kilómetro cuadrado, nos da como resultado 23 billones 310 mil millones de dólares; suficiente para pagar la deuda nacional, los pasivos de pensiones de Pemex y CFE y la deuda de los 32 estados y de los municipios. Para negociar hay que tomar en cuenta que Trump no tiene palabra, que es ventajoso, tramposo y que seguirá obrando como hasta ahora, no pagando impuestos, quebrar empresas para deducirlas de impuestos, hacer contratos amañados. Todo esto lo considera Trump como un arte, el de la negociación, sin moral ni ética alguna.
