Con mi saludo semanal y los mejores deseos, va la entrega del deporte convertido en arte y donde la charrería sigue adelante, dejando a Ustedes que nos dispensan con su lectura, ésta columna del Más Mexicano de los Deportes.Fue algo así como un sueño hecho realidad lo que sucedió el domingo 3 en el Campeonato Millonario de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. En la Final, entró en escena uno de los tres equipos y en el jineteó de toro, sucedió lo inesperado.El toro puso en el tapiz al charro y el cornudo, bramando y toda la cosa, ya iba sobre la humanidad del osado jinete. Un servidor estaba de Caporal y atento a las acciones, como debe de ser, salté en mi cabalgadura como resorte a proteger al charro que aún yacía en el suelo.Fue un quite para proteger la vida del jinete y aunque mi caballo fue alcanzado levemente, lo pude controlar para salir airoso y eso fue, algo así, como un sueño hecho realidad.El público que abarrotó el escenario, me premió con muchas prendas, por lo que consideran una hazaña, aunque era mi deber y eso me hizo sentir más que feliz.De lo anterior, circularon videos en las redes sociales y el chiapaneco Rodrigo Cervantes, a quien sus amigos le dicen el “Iguano Power”, tomó varias y muy buenas fotografías. Queda pues para la posteridad este suceso y del que fueron testigos, miles y miles de personas.A la hora del análisis, me quedé cavilando todas las muestras de afecto que llegaron hacia mi persona, por correo electrónico, en el celular que no dejaba de repiquetear y en redes sociales. Sólo hice lo que debe hacer un caporal, estar atento y cuidar la integridad del charro, en cada una de las 10 faenas charras.La verdad se siente uno importante por tantas muestras de cariño y apoyo, amén de que se me hace un nudo en la garganta a la hora de tundirle a la Remington. Y lo que es más, nunca había visto que a un Caporal le aventaran tantas y tantas prendas, agradezco a Dios y la Virgen por ponerme en ese momento histórico y que tenía que compartir con mis caros lectores. Hasta la próxima columna, si mi Dios tan Charro no lo remedia…Comentarios al columnista: ricardozbarba@hotmail.com