¿Cómo será el “nuevo” PRI…? ¿Cuál será el tenor en el que se desenvuelva...? ¿Seguirán las mismas bases de su cultura política aplicada durante siete décadas...? Aunque en el enunciado partidista se ostenta, lo cierto es que siendo a lo largo de su historia menos revolucionaria y sí mucho más institucional, tuvo en la unión su mayor solidez mostrándose firme a sus principios, a su ideología y, fundamental, a sus métodos, procedimientos y disciplinas, gobernando al país con todo lo bueno y lo malo que haya habido y pueda decirse. Tras de dos sexenios panistas, el tricolor vuelve “a la grande” con un político joven muy cuestionado por su origen y ascendencia y, fundamental, por el grado de capacidad para el desempeño de su gestión, en un tiempo en el que México requiere de mucha aptitud, aunada a la experiencia que con el tiempo y el desarrollo lleva a la madurez. Para muchos, miembros mismos de su partido, el Presidente electo no llena la investidura. Otros tantos aprecian en su trayectoria un cariz de frivolidad dadas muchas situaciones que han referido actitudes, conductas y reacciones que distan de la altura del personaje. Sin embargo… Sin embargo, el priismo conserva su hegemonía y capacidad para convenir, para conciliar y negociar, algo de importancia vital, toda vez que en una naciente cuanto defectuosa democracia de nivel político barriobajero, como muestra la Cámara de Diputados, dadas las conductas y comportamientos que ahí se exhiben, hacen cuestionar el calificativo de “Honorable” con el que pomposamente se anuncia. El desequilibrio político que sobrevino cuando el PRI perdió el poder, dio surgimiento de nuevos liderazgos pasando a un cierto desmérito la imagen presidencial cuando ya en el hoy el candidato designado no sale de un gabinete sino de las filas de las gubernaturas. Así… Así, cabe la justificada duda de la calidad de gobernadores tricolores de la más baja calaña en caso de que vayan a estar cerca, muy cerca, cerquísima del joven próximo mandatario. Contará a la vez, —como mexicano espero que sea para su buena fortuna—, con gente experimentada en las lides políticas como Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, dos auténticas “chuchas cuereras” para ambas Cámaras. Personajes con fuerza y grupos que se espera den el soporte y los apoyos suficientes en la gestión peñista manejando organizaciones y sectores de contrastantes características, toda vez que el poder de la oposición, no lo dude paciente lector, se hará sentir. Algo positivo es que las relaciones de Peña Nieto con el que será ex presidente Felipe Calderón son buenas, lo que determinará una cierta accesibilidad para desenvolverse pudiendo llevar la fiesta en paz. Y… PENSÁNDOLO BIEN. Y… PENSÁNDOLO BIEN, el margen de maniobra del mexiquense medirá mucho para contar a los diferentes y varios liderazgos que dentro de su partido existen debiendo tener mucha “mano izquierda” para poder ser apoyado cuando hay, no se dude, diferencias notorias en temas de coyuntura. Que sea de bien para la nación….