• Esta semana • Razón y Acción .com.mx opinaEntre los efectos de la financiarización, quizá el más destacado esté siendo que unifica a los mercados. Resulta así, porque efectivamente hace comparables los productos, pero al mismo tiempo que aumenta la competencia, centraliza y concentra cada vez más el poder económico. Con esto cambia el mercado laboral: que ya sin prestaciones ni estabilidad, ve aumentar el desempleo y subempleo; la desvalorización del trabajo y la destrucción del talento social. Por su parte, los mercados de capital, ya concentrados en sus epicentros metropolitanos, no obstante afirman su hipermovilidad global y su compromiso con la obtención de rentabilidades seguras y crecientes. Y en cuanto a los mercados de las mercancías, de exportaciones e importaciones, es evidente que ya solo pueden operarse desde y dentro de los márgenes de rentabilidad financiera, so riesgo de quedar fuera de los mercados.Sea por medio de aumentos exorbitados en los excedentes obtenidos directamente de la producción y de los trabajadores o bien, utilizando mecanismos intermediarios de transferencia, absorción y canalización forzada e indirecta de tales riquezas, el resultado es que se alteran todos los mercados, se está aumentando la competencia, se centraliza el poder económico en las mayores ciudades del mundo y se metropolizan las economías, con el predominio de la economía inmobiliaria. Y los grandes mercados financieros que antes fueron regulados por los estados nacionales, ahora, sin ellos, se apropian directamente de las rentas que se generan en todo el mundo.Rentas absorbidas directamente en volúmenes insólitos, son redistribuidas de muchas maneras en muchas menos manos que antes. Enormes tensiones son provocadas porque ya no sólo los ‘peces grandes se comen a los peces chicos’, a través de fusiones y compra de empresas, sino porque se están forzando todos los cursos de las corrientes de excedentes, favoreciendo apropiaciones ‘irregulares’ o directamente despojos y expropiaciones de riquezas capitalistas ajenas, comprometiendo el futuro de generaciones enteras y de países completos, en los pagos de deudas como es el caso de Islandia, o bien, cobrando por bienes o servicios en las tiendas y agencias autorizadas, a precios que resultan muchas veces más caros que en los modestos establecimientos y talleres de junto. Sin duda habrá mejores economías en mejores sociedades.ATALAYA Corea del Norte, amenaza nuclear mundialLos líderes mundiales han trabajado para desterrar del mundo la amenaza de una conflagración nuclear y prácticamente todos los países están conscientes de semejante riesgo. La excepción es Corea del Norte, dominada por ese dictadorzuelo gordinflón, limitado mentalmente y caprichoso, Kim Jong Un, quien ha sometido a su pueblo a un régimen despiadado, en el que la hambruna se ha presentado y que vive en un estado de servidumbre y humillación como no se había visto desde los tiempos de Gengis Kan y otros crueles caciques de la antigüedad.Actualmente ese país cuenta con un arsenal de más de veinte ojivas nucleares listas para su uso y cada seis semanas agrega una más a su arsenal. Ese régimen, que constantemente fusila a cualquiera de sus habitantes que muestra la mínima oposición, sin juicio ni defensa alguna, al grado que el adiposo dictador ha fusilado inclusive algunos de sus parientes y cercanos colaboradores.Su dictadura ha sobrevivido gracias al apoyo incondicional de China, que lo conserva como una defensa potencial en contra de cualquier amago de agresión por parte de los países asiáticos (Japón y Corea del Sur), apoyados por Estados Unidos, por demás ilusoria e inexistente. Lo que los jerarcas chinos deben tomar en cuenta es la posibilidad de que ese “Frankenstein” que han creado, pueda revolverse contra ellos y crear un Armagedón de imprevisibles consecuencias. Otra posibilidad es un inminente colapso de esa frágil dictadura y el riesgo que algunas de sus ojivas caigan en manos que hagan mal uso de las mismas. El mundo debe actuar con prudencia pero firmeza, para disminuir cualquier riesgo imprevisto.Por Sergio López RiveraFILOSOFÍA COTIDIANA Entre el humor y el respetoEn el imaginario popular, van de la mano dos fiestas: la de Todos los Santos y la de los Fieles Difuntos.Con ambas, consecutivas, abrimos el mes de noviembre. Sin embargo, en el correr de los años, la de los muertitos ha calado más en la tradición popular; quizá por la mayor cercanía que nos une con quienes se nos han anticipado en el sendero de la vida. Hombres y mujeres, con virtudes y defectos, como nosotros; venerados y entrañables; con quienes tenemos fe en reencontrarnos, algún día, conforme a la divina promesa de la vida eterna.Con ellos, disfrutamos de ancestrales tradiciones como el Pan de Muerto, las azucaradas Calaveritas; los coloridos y nostálgicos Altares de Muertos, con sus reverenciadas imágenes, su papel picado y la típica flor de cempasúchil.¡Fiesta de muertos! Nuestros seres más queridos o admirados. Familiares, amigos o modelos de vida; entrañables, todos. Muy pocos, quizá, afines a aquello que en la iglesia llaman: “en olor de santidad”.Los difuntos son nuestros, los santos de sus altares. Con los muertos y de nuestra muerte, bromeamos y sabemos que algún día, más próximo o lejano, ineludiblemente nos va a tocar. Pero como alguien dijo, con muy sana filosofía: “que la muerte se preocupe, por venir a buscarme; y nunca yo, porque me va a llevar…”A los santos, los veneramos; rogamos su intercesión, y tratamos de emular su ejemplo de vida. Pero con nuestros difuntos, bromeamos; revivimos innumerables momentos de gozosa intimidad. Compartimos la ironía, del humor más mexicano; hermanado, sin duda alguna, a un intrínseco respeto. ¡Viva México! y sus tradiciones… “¿Me da mi calaverita?”Por Uriel Eduardo Santana SolteroMERCADOTECNIA Libertad de expresiónEl Poder Legislativo ha suspendido su decisión de sancionar a los responsables de alguna publicación periodística, ante la insatisfacción de algo o alguien aludido en su contra. Ahora, pasa a ser resuelta en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.En principio se discutirá la correspondencia de uno y otro Poder, pero en el fondo se discutirá el principio de la libertad de expresión como medio de difusión sobre hechos que afectan a la sociedad.El tiempo, aunque se prolongue, dará respuesta a tan discutible asunto. Dios nos guarde de la discordia.Correo electrónico sicpm@pminformador.com.mxPor Carlos Cortés VázquezREGIONES Mito de la seguridad del espacio fundante de lo ilimitadoSeguridad y estabilidad a largo plazo se resuelven en un apresurado diario vivir. Las perspectivas a mediano y largo plazos se visualizan de otra manera, sobre todo después de 2008. Como las posibilidades de ingresos constantes a largo plazo que daban los bienes raíces y otros tipos de rentas e intereses, han quedado atrás, la vida se resuelve mucho más al día.Y los imaginarios de hacerse de propiedades inmuebles también han contribuido a acortar las expectativas de rentistas, caseros e inquilinos. Y si se reduce el tamaño de casas, departamentos, estancias, cocinas, baños y habitaciones a lo mínimo, el desfase del espacio-objeto y de su correspondiente lenguaje-objeto, están siendo conectados casi ilimitadamente con aumentos desmesurados de los tiempos frente a la pantalla del televisor, celular, compu, IPad, etcétera.Minimizados los lugares resultan agrandados por el sedentarismo que se hace obligatorio para poder ser transportados al súper espacio paralelo y múltiple de las comunicaciones digitales.El resultado es que ahora tenemos un mito-espacio distinto y nuevo, que se proyecta, amplifica, resuena y por medio del cual sí se traspasan las realidades, límite del sitio, que antes era nuestra única casa y al que ahora se agregan infinidad de otros espacios digitales que sí son de ocupación inmediata. En estos espacios múltiples de sentido ya vivimos masivamente. Ya todo el mundo pasamos mucho tiempo en ellos; los hemos hecho e incluso ya han sido anticipados, de lo que se trata esta revolución ya no sólo es de otro tiempo-espacio acelerado sino de otro mito fundacional de la convivencia, basado en algo como un derecho a la seguridad del acceso al espacio ilimitado.Por Margarita Camarena Luhrs