Martes, 12 de Noviembre 2024

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“Más reforma laboral que educativa”

Por: Vicente Bello

El destino de los maestros mexicanos fue subido ayer a un cuadrilátero, adonde esas dos posiciones definidas que lo debaten en los territorios del Congreso de la Unión (el PRI, PAN y PVEM por un lado, y el PRD, PT y Movimiento Ciudadano por el otro) se dieron de encontronazos, a punta de argumentaciones transfiguradas en ganchos al hígado.

Era en el interior del Senado de la República donde la palabra chocaba este jueves; en tanto que, en las afueras, cientos de profesores normalistas de Michoacán, Oaxaca y Distrito Federal sitiaban con gran rigor el edificio legislativo y cerraban Paseo de la Reforma durante seis horas.

Presionaban para tres cosas: que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, los reciba, así como también las comisiones de Educación de las dos Cámaras federales, y los mandamases del Senado: el priista Emilio Gamboa, el panista Jorge Preciado, el perredista Miguel Barbosa, y el resto de coordinadores que integran la Junta de Coordinación Política.

Cuando aplicaban el sitio, los maestros, en voz del líder de la Sección IX (maestros del DF), Francisco Bravo, justificaban diciendo que presionan de ese modo para que les “recojan el punto de vista”, y, fundamentalmente el PRI, PAN y PVEM, incluyan esos criterios en la reforma que ahora se discuten y jalonean.

Ha prevalecido en el ánimo magisterial la convicción de que el gobierno y el PRI “sólo mintieron” cuando en enero prometieron al magisterio que escucharían  e incluirían sus inquietudes en las leyes secundarias, luego de que, a matacaballo, en ocho días, esta tríada de partidos políticos aprobó en diciembre una reforma al Artículo Tercero constitucional, con la que dejaron abierta la puerta para despedir a los maestros que no obedezcan a la Secretaría de Educación Pública con someterse a cursos de capacitación y evaluación.

La convicción de que la cúpula que controla al PRI y el gobierno de Enrique Peña Nieto son (ayer lo gritaban, con la voz en cuello) “perversos”, “traidores” y muy “hijos de la mala leche”.

El líder de la Sección XXII (profesores de Oaxaca), Francisco Villalobos, declaró cuando ya se iban, de regreso al Zócalo de la Ciudad de México, adonde han pernoctado: “No nos respondieron y esto dice mucho de cómo pretenden tratarnos cuando se discuta la reforma (la semana próxima).

Los más de mil 500 profesores que se movilizaron ayer, frente al Senado, taponándole a éste todas sus entradas y salidas, pertenecen a secciones identificadas con la  Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la disidente organización magisterial que más ha defendido los intereses sindicales de sus agremiados.

Desde que priistas, panistas pvemistas y perredistas reformaron el Tercero constitucional, en diciembre pasado, han respingado con gran rigor los maestros porque afirman que la reforma educativa en realidad es una mascarada con la que el régimen de Peña Nieto pretende ocultar una reforma laboral, y de paso partirle el eje al sindicato más grande de América Latina, y el que más defiende los derechos de sus trabajadores.

Adentro del Senado, tirios y troyanos comenzaron a chocar con sus argumentos. En sendas conferencias de prensa, se posicionaron, calentando el debate todavía más.

Ernesto Robledo, diputado federal del PAN, soltó: “Lo que queremos, en todo caso, que ningún maestro tenga que basar su profesión, vocación y desarrollo en una serie de cuestiones clientelares o compadrazgos o amiguismo, sino que sea su mérito, su preparación, su capacidad, que lo lleve en su carrera magisterial, y así también que tenga un retiro digno”.

Y reiteraba que el maestro que no pase evaluación, se separará del aula y se despedirá si no se alinea en cursos de capacitación. Y apostillaba: “Necesitamos de una sacudida en todo el sistema educativo nacional”.

Y, pues sí, están sacudiendo. En conferencia, el PRD reviraba, diciendo en voz de Fidel Demédicis: “Están planteando desaparecer el escalafón, y determinará la autoridad, a partir de exámenes, quién escala o no. La reforma propuesta modifica la basificación. Desaparecerá la carrera magisterial, y en lugar de ello se plantea sustituirla con un programa de incentivos, sujeto a criterios de la autoridad. Habrá un sueldo base más compensación, lo que quiere decir que en la jubilación sólo se atendrán los maestros a lo primero”.

Por eso afirman, juran los maestros que esta reforma no es educativa, sino laboral. Y, por vía de mientras, ya están en el Zócalo. Y, decían, vienen contingentes de otros estados también.

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vicente bello

“No nos respondieron y esto dice mucho de cómo pretenden tratarnos cuando se discuta la reforma (la semana próxima), dijo el líder de la Sección XXII, con sede en el Estado de Oaxaca, Francisco Villalobos, antes de ir al Zócalo capitalino

“Están planteando desaparecer el escalafón, y determinará la autoridad, a partir de exámenes, quién escala o no. La reforma propuesta modifica la basificación”, afirmó el legislador perredista Fidel Demédicis
 

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