Miércoles, 06 de Noviembre 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Los desaparecidos y el ethos capitalista

Por: Rubén Martín

Los desaparecidos y el ethos capitalista

Los desaparecidos y el ethos capitalista

En este momento que diversas crisis atraviesan a la sociedad mexicana, no habría mejor noticia en este país que encontrar con vida todos o alguno de los 43 de normalistas de Ayotzinapa, a Fanny buscada por Silvia Ortiz en Coahuila, a los cuatro hijos que el horror le arrancó a María Herrera; a Daniela Magaña de Zapotitlán, a José Luis Arana hijo de Lupita Aguilar y miles más que son esperados en sus familias.

>

Esta debería ser la prioridad número uno de la sociedad mexicana. Organizarnos entre todos para impedir que sigan desapareciendo más y hacer todo lo posible por regresar a los desaparecidos. Es lo que hace cualquier familia que enfrenta este drama: se pone a buscar a su hijo-hermana-esposo y deja todo lo demás en segundo plano. Es lo que debería hacer el Estado mexicano.

>

Si el  Gobierno federal y los estatales dispusieran de todos los recursos humanos y materiales necesarios en crear una agencia o coordinadora nacional de búsqueda de nuestros desaparecidos, con esfuerzos centralizados, con gente comprometida, con la mejor tecnología de búsqueda, con voluntarios del país, de todas las disciplinas y oficios, se podría detener la maquinaria que sigue desapareciendo.

>

Toda la sociedad debería participar en este esfuerzo. Así como en las revoluciones se hicieron campañas nacionales de alfabetización, así debe convocarse campañas nacionales por la búsqueda de los desaparecidos.

>

Si todos esos esfuerzos se destinaran a este fin, cada día habría hijas, hijos, hermanos, esposos de regreso. O por lo menos la dedicación para identificar los restos que están en fosas clandestinas, a partir de los miles de restos que se han ido guardando en los servicios forenses de todo el país.

>

Pero eso no ocurre porque el Gobierno le dedica más dinero a la búsqueda de las cosas que a la búsqueda de las personas. Parece una locura pero no lo es. Tanto a escala federal como en las procuradurías o fiscalías estatales se dedica más presupuesto a rastrear autos robados, camiones de mercancías o hasta ganado por el delito abigeato que a la búsqueda de las personas desaparecidas.

>

Por ejemplo, en el presupuesto de gasto federal para el siguiente año se contemplan más de 500 mil millones de pesos para el pago del servicio de la deuda pública; si una décima parte de ese dinero se dedicara a la agencia que lleve a cabo el programa nacional de búsqueda, quizá podríamos detener la cifra que registra a los ausentes y podríamos a empezar a consignar otra cifra: la de los aparecidos.

>

Pero eso no va a ocurrir, lamentablemente. El ethos capitalista pone por delante el valor y la acumulación por encima de la vida. Es más que indolencia, burocracia y componendas. Los desaparecidos no son buscados porque pasaron a formar parte de una cadena de acumulación de capital de la que se benefician no sólo los grupos del crimen organizado, sino también las corporaciones policiales y los grupos políticos que toman una parte del botín, inmenso botín que genera esta guerra.

>

De modo que no queda más que seguir la búsqueda desde abajo, como han hecho las familias de Coahuila, descubriendo el campo de exterminio de Patrocinio, no con ayuda, sino en contra de las autoridades.

>

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones