¿Cuánto dura la memoria? La respuesta para el ser humano la dejo a la curiosidad y empeño de la ciencia. En cambio para el mundo de las corporaciones que producen películas, el olvido representa una estupenda oportunidad de negocios, y mientras más pronto ocurra, mejor. En 1990 Carolco Pictures manufacturó El vengador del futuro, una interesante cinta de ciencia ficción, que especula sobre la posibilidad de sustituir y manipular los recuerdos para dominar a los disidentes políticos. Ahora se estrena por las pantallas del mundo una nueva versión de esa historia ejecutada con una amplia gama de efectos especiales y de acuerdo a las claves del cine de acción de moda. La trama adquiere con eso la calidad de síntoma y diagnóstico de la situación que prevalece actualmente en el espectáculo contemporáneo. El cineasta se prueba capaz de llevar a cabo persecuciones y combates con soltura. Sus personajes se lanzan al precipicio sin titubeos y llegan al suelo con gesto de que todo está bajo control. Los enfrentamientos pasan del intercambio de disparos con armas que vomitan una lluvia de balas, o algún proyectil más portentoso, a la repartición incansable de cachetes, puños y patadas; para la próxima ocasión repetir el procedimiento a la inversa, comenzar con las manos, y recurrir después a la metralla. Cada tanto, el realizador impone una explosión o prepara a ella con el conocido reloj que deja ver un conteo regresivo. Dependiendo de la destrucción que causen, los estallidos ejercen de separadores, dando entrada a momentos menos agitados en los que el protagonista descubre y conecta distintas pistas que le ayudan a ir resolviendo el enigma que lo acecha y que hace de su personalidad un acertijo. Cada quien tiene derecho a sus clásicos, y el director, que es admirador confeso de Los cazadores del arca perdida (1981), Arma mortal (1987), y Duro de matar (1988), se vale de otras películas como fuente de inspiración para componer ambientes y prodigios. La zona denominada “La Colonia” tiene similitud con el calamitoso espacio urbano de Blade Runner (1982); la veloz cacería por un circuito de autopistas colgantes recuerda el mismo tipo de vehículos y vías que usaron en Sentencia previa (2002), y el despliegue de batallones de robots del último tramo evoca las imágenes y el diseño de figuras de los episodios reciente de la Guerra de las galaxias. Se informa que la película costó 125 millones de dólares y se nota que las empresas productoras no economizaron en escenografías ni trucajes que hicieran verosímil esa realidad futura. Sin embargo, en el caso del maquillaje optaron por una solución simbólica, seguramente más barata. En vez de cortadas, hinchazones o heridas supurantes, optaron por señalar su existencia con manchitas de pintura roja, que además tienen la ventaja de que no afean ni desfiguran el rostro. La ficha técnica El vengador del futuro (Total Recall), Canadá/ EUA, 2012; Dirección: Len Wiseman; Guión: Kurt Wimer, Mark Bomback, Ronald Shusett, Dan O’Pannon, Jon Povill, Kurt Wimmer, a partir de un cuento de Philipp K. Dick; Colin Farrell, Kate Beckinsale, Jessica Biel.