¡Cuán peligrosa y dañina es la demagogia…! Deplorable por donde mirarse se quiera, que explotando la sensiblería de masas impone normativas de reacción, —negativas, muy negativas las más de las veces—, derivando en perjuicios que pudren la civilidad de la ciudadanía en cualquier parte del mundo. Los demagogos que la aplican, provocan alteraciones anímicas azuzadas por un bajo nivel intelectual, fácilmente manipulable en multitudes, induciéndoles para actuar en esquemas de absoluto desorden al que siguen conductas anárquicas que desbordan actitudes desquiciantes, llegándose a enfrentamientos que pueden desencadenar tragedias. Campo fértil poblaciones con grandes necesidades y altas carencias en los que la frustración y el desánimo hacen víctima a la ciudadanía que no mira un horizonte claro con posibilidades de mejora que sean cuando menos paliativos a lo que están padeciendo. Conocí España iniciando los sesentas… La férrea mano militar del que era considerado “Caudillo”, Francisco Franco, gobernaba severamente tras la tragedia de una cruenta guerra civil que dividió población y familias. La nación cerrada, al paso del tiempo empezaba a abrirse. Gente orgullosa trabajaba con empeño, mucho empeño y con orden, mucho orden… El español, cabal trabajador, emigraba a donde hubiere oportunidad. Todos en las familias aportaban en la medida que podían. No, la situación no era fácil, empero… Empero, era menos severa a los tiempos bélicos que se sufrieron, y la nación ibérica salía adelante. Tiempos eran del “pluriempleo”. Gente trabajaba en el desempeño de diferentes y hasta contrastantes labores. Intelectuales y catedráticos eran al tiempo mismo guías turísticos o intérpretes y traductores. Otros había que eran chóferes e intervenían como “extras” en la etapa dorada de películas que se rodaban en tierras españolas. Profesionistas que laboraban en hoteles y restaurantes. Obreros que tenían hasta tres turnos en distintas empresas, pero, insisto y repito, España salía… Hoy la crisis económica es de extraordinarias dimensiones. Desempleo descomunal, y lo peor, que la mitad de los jóvenes no encuentran trabajo fugándose muchos talentos, deriva en la frustración. Duras para ellos son las condiciones de contratación “de práctica” sin remuneración económica, así… Así, muchos titulados se desplazan a otros países en la búsqueda de mejorar su condición de vida y futuro, y en un ambiente de desánimo, la demagogia es el grave, muy grave, gravísimo peligro inminente que se presenta. Mañosamente manipulados por izquierdistas demagogos con un diputado y alcalde apellidado Sánchez Gordillo en poblaciones andaluzas como Ecija y Arcos de la Frontera, asaltan supermercados abarrotándose carritos saliendo sin pagar, ante la inoperante acción de la Policía que solo miraba sin intervenir. Lo peor, que se anuncian más… Mala es la pasividad policiaca cuando los españoles son de mecha corta y algo muy peligroso, insisto y repito, podría desencadenarse. Y… PENSÁNDOLO BIEN. Y… PENSÁNDOLO BIEN, no tirar pues al olvido que en el oportunista que para nada sirve está el agitador demagogo al que yo miro, ni con más ni con menos, como hechicero de chusmas…
