A medida que la carrera para nominar a los candidatos a presidente en Estados Unidos se vuelve más intensa, queda cada vez más claro que por una parte Donald Trump y Ted Cruz, los más radicales del Partido Republicano se enfilan dejando de lado a los moderados; y que Hillary Clinton consolidada en el liderazgo demócrata, soporta el desgaste.En el campo republicano, Trump, el estridente que incomoda al establishment conservador se consolida entre quienes votarán en las primarias que inician en febrero. Ahora, según las cifras publicadas encabeza las encuestas nacionales en promedio con 34% de intención de voto republicano, seguido de Cruz con 19%, mientras que en Iowa que será primera prueba, está prácticamente empatado con Cruz, en 27 por ciento.Luego del último debate los republicanos están atrapados por los radicales, pareciera que ahora hay sólo dos opciones: Trump o Cruz, lo que incomoda a la estructura tradicional del partido que no está acostumbrada a desafíos extremos. Por eso el resto de los candidatos encabezados por Marco Rubio, de Florida y Chris Christie, el ex gobernador de Nueva Jersey, están buscando atacarlos.En la recaudación de fondos, parte estratégica en las campañas políticas norteamericanas, Trump se ha mantenido lejos de los grandes donantes tradicionales republicanos, apalancándose en su fortuna y en pequeñas donaciones de partidarios para mantener independencia; y ahora la prensa refiere que aquellos grandes donantes están acercándose. Mientras Cruz por el contrario, consolida el esquema tradicional ligado a los sólidos donantes republicanos de siempre. Esto fortalece la posibilidad de que Trump, si no es nominado, pueda ir por su cuenta, lo que sería catastrófico para su partido.El fortalecimiento de Trump ha llegado a su máximo en el Este de Estados Unidos cuando en el último debate Cruz lo atacó por sus “New York values” que quiso identificar como liberales, atados a los matrimonios entre personas del mismo sexo, la laxitud ante el aborto y otros temas, pero el millonario apeló al patriotismo mostrado por los habitantes de la “gran manzana” el 11 de septiembre, logrando una percepción más comprometida con su origen y desarrollo personal, lo que sin duda le fortalece. Además atacó a Cruz por su origen canadiense y puso en duda su elegibilidad.En el campo demócrata, las cosas aunque aparentemente están más claras por la fuerza de Clinton, en realidad perfilan una competencia que inicialmente puede ser muy cerrada. Las encuestas nacionales muestran que ella mantiene 48% por 39% de Bernie Sanders, el senador liberal por Vermont, pero en Iowa los números están 47% por 43% y en New Hampshire, Sanders lleva la ventaja 48% por 42%. El fantasma de la anterior campaña interna contra Obama ha crecido en los últimos días en el cuartel de Clinton, sin embargo no hay que olvidar que las primarias iniciales de estos estados que se celebran el 1 y 9 de febrero próximos respectivamente, otorgan muy pocos delegados, y que los estados más grandes, en donde Clinton aventaja, se diputarán entre el 1 de marzo, el súper martes, y el mes de junio cuando se celebran primarias en California.Las convenciones están previstas para el mes de julio y la elección el 8 de noviembre. Así que falta mucho tiempo para que se escriba una historia en la que ahora los estudios de opinión muestran que si la elección fuera hoy, Clinton ganaría a Trump por 1.8% y Cruz ganaría a Hillary por el mismo porcentaje. Lo que indica que la competencia será cerrada a lo largo de un proceso que los mexicanos debemos seguir de cerca por sus implicaciones aquí.