Otra vez aguantamos cuatro horas de Glosa Ciudadana por el IV Informe de Gobierno de Aristóteles Sandoval —un ejercicio inédito, único y mágico en México: jingle a repetir por dos años más—. Durante la rendición de cuentas, Aristóteles lució estudiado y salió avante para capotear los embates de expertos. No así algunos miembros de su gabinete que no hicieron la tarea: Antonio Cruces Mada, secretario de Salud, y Teresa Brito García, contralora estatal.Antonio “De Bruces” Mada tropezó con la misma piedra de todos los días. Nervioso, sudando la gota gorda, fue incapaz de responder con indicadores los avances en el combate a la obesidad. Luego Teresa “Mito” García se hizo bolas acerca de las denuncias por irregularidades en cuentas públicas, a tal grado que el gobernador la cortó en seco para pedirle que publique esa información en internet —y de paso para probar que no es puro mito—.El góber, calientito y cómodo, hasta poetizó con endecasílabos: “El azúcar mata más que las balas”.Verde que te quiero verde…***Se burlan del jefe.En el marco de la Glosa Ciudadana, el gobernador se sacó una “orden ejecutiva” de la manga para que Servando Sepúlveda implemente las primeras troncales de la ruta empresa en la Zona Metropolitana a más tardar en noventa días.“¿Noventa días? Pues que se traiga un mago”, se escuchó una vocecita entre el grupo de funcionarios asistentes a la glosa.***Paseo por TúnezNos enteramos de que el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE) Arturo Sánchez se va a Túnez a un congreso en materia electoral. Con cargo al erario, claro.Cada consejero, a su manera, “impugna” su tacaña reducción salarial del 10 por ciento.***Bienvenidos paisanosEnrique Peña Nieto acudió al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para recibir a migrantes mexicanos repatriados de Estados Unidos.“Fueron recibidos por el Presidente, cosa que le dio una gran dignidad al regreso de los mexicanos”, dijo Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.Gran gesto. Esperemos lo repita con cada uno de los más de 219 mil mexicanos repatriados que en promedio hay al año —si no los aumenta a tres millones como prometió Donald Trump—.
