A diferencia de la llamada “música absoluta”, que trata de valer por sí misma, la conocida como “música programática” pretende representar imágenes, ideas o estados de ánimo. “Las Cuatro Estaciones”, de Vivaldi, y la Sinfonía “Pastoral”, de Beethoven son los mejores ejemplos del género.El segundo programa de la segunda temporada 2017 de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, la noche del jueves en el Teatro Degollado, se formó con cuatro obras concebidas y realizadas para evocar el mar. En la primera parte, dos prácticamente desconocidas para el público local: el poema sinfónico Tintagel, de Bax, y el Concierto para flauta y orquesta en Re Mayor, Op. 57 (adaptación para orquesta de Christopher Palmer a la Sonata para flauta), de Prokófiev, con Antonio Duvatovka como solista. En la segunda, la obertura “las Hébridas” (o “La Gruta de Fingal”), Op. 26, de Mendelssohn, y “La Mer” (El Mar) de Debussy.En ausencia del titular, Marco Parisotto, por cuestiones de salud, empuñó la batuta el director asistente de la OFJ, Enrique Radillo. La concurrencia de público fue escasa en la sala y más escasa aún en los palcos, sin que el concierto coincidiera esta vez –como la semana pasada— con un importante partido de futbol. Señal, quizá, de que el programa no fue lo suficientemente atractivo.“Tintagel” es una obra menor que –según las notas del programa de mano— trata de representar “el creciente tumulto del mar” y “los juegos de las olas”. Con dotación orquestal amplia, la partitura resulta, en general, agradable al oído, pero inocua para el corazón o la memoria.Heterodoxo, aferrado a romper moldes, Prokófiev, un siglo después, no acaba de pagar el derecho de piso ante el público. Sus obras, en general, suscitan escaso entusiasmo. La incluida en este programa tiene más exigencias –en materia de agilidad, sobre todo— que opciones de lucimiento para el solista. Que el concierto sea notoriamente difícil de ejecutar no lo hace bello.En “Las Hébridas” –la obra más conservadora del programa—, las cuerdas estuvieron muy por encima de los solos de los alientos en los pasajes en que las secciones se alternaban. En “El Mar” sobresalió el dúo de flauta y oboe de la cuarta sección (diálogo entre el viento y el mar).El programa se repite este domingo, con el mismo elenco, a las 12:30 horas, en la misma sala.
