Vaya que causó sorpresa entre algunos analistas y politólogos de ese tan traído y llevado círculo rojo, el mensaje de Andrés Manuel López Obrador en el que supuestamente le pide ayuda al Presidente Calderón para aportar pruebas sobre el manejo de dinero que utilizó el PRI a través de instituciones bancarias para la compra del voto.Eso sí, con mucho cuidado de no molestar a algún seguidor de AMLO, ya que se sabe que son ruidosos y especialmente generosos para descalificar todo lo que pudiera interpretarse como algo distinto a que el tabasqueño es el gran mesías y redentor de la patria, algunos, como Denise Maerker, se limitaron a señalar lo curioso que resulta que ahora se dirija al michoacano cuando tiene seis años tildándolo de espurio y de no ser más que esbirro de la mafia que controla al país.López Obrador textualmente dijo que “es un hecho que toda la información la tiene Calderón, de él depende la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores… es necesario que se defina públicamente sobre este importante asunto de cara al pueblo de México; Felipe Calderón sabe, por su profesión de abogado, que cualquier persona enterada de la comisión de un delito tiene la obligación de denunciarlo so pena de convertirse en encubridor”.Y también que “un Estado que no procura la justicia es un instrumento al servicio de malhechores, no queremos esto para nuestros hijos y nietos”.Bien, pero ¿realmente le pide ayuda a Calderón? Por supuesto que no. Ya con antelación el que quedó en segundo lugar el pasado primero de julio había dejado en claro que cualquiera que abone a que se consumara lo que califica de fraudulenta imposición de Peña Nieto no es más que un traidor a la Patria. Sabe perfectamente de la negociación entre Calderón y el grupo que controla al priismo y que tiene que ver con su seguridad y margen de maniobra en el próximo sexenio, así que lo último que haría sería mover un dedo a favor del Movimiento Progresista.Sabe también que aunque la tuviera, no podría violentar protocolos que interesan, entre otros aspectos el secreto bancario y mucho menos dejar evidencia que el Presidente puede manipular políticamente al sistema financiero en su conjunto.Lo que hizo López Obrador fue endosar la culpa a Calderón de lo que sucederá, del inminente aval del Tribunal Electoral al triunfo del priista. Ahora, Andrés Manuel llamará a Calderón espurio y traidor a la Patria, y podrá decir, de acuerdo a su lógica, que fue despojado por la evidente alianza entre el sector más retrógrado y corrupto de la vida política nacional y de los grupos de derecha que, además, son traidores.El tabasqueño es muchas cosas, intolerante, iracundo, necio y se encuentra un poco desesperado, pero no es tonto; sabe perfectamente qué decir y cuándo decirlo, para abonar a su causa, la que por cierto se mantiene y mantendrá desde la trinchera del pueblo bueno que lucha contra el gobierno malo.