La Secretaría de Educación Pública bien podría portar el epigrama Perder es cuestión de método, título de la novela del periodista colombiano Santiago Gamboa. Y es que el próximo siclo escolar (2013-2014), si bien iniciará por primera vez en años con los libros de texto en las aulas, también lo hará una vez más con libros plagados de errores ortográficos; en esta ocasión con 117. Para el Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, son imperdonables. Sin embargo, y para hacer la mexicanada completa, ha decidido distribuirlos de todas formas, total, son sólo poco más de 255 millones de ejemplares. Es más, ha dicho que para que no vuelva a ocurrir (porque el personal ya los asume como parte de la mejora continua), ha contactado a un grupo de expertos de la Academia Mexicana de la Lengua Española para hacer lo que la SEP debe, pero no hace. Lo imperdonable es que se trata de errores de una secretaría que se supone debe enseñar a no cometerlos, y que por su cantidad (117) bien dan para un manual de lo que no debe hacerse; es más, podría entregarlos así, y en varios tomos acompañado de dinámicas en plan “identifique el error”. Durante el Bicentenario de la independencia y el Centenario del inicio de la Revolución, la SEP repartió los libros conmemorativos también con errores. El de Historia de sexto grado pedía a los niños escribir un cuento “sobre la forma en que los seres humanos sovrevivieron (sic) en un clima adverso”. El de Español dos pedía identificar “en la portada del libro que leiste (sic)”, y el de Exploración de la Naturaleza y la Sociedad de segundo grado, reproducir la leyenda de Coyolxauhqui, la cual ubica “en lo alto del cerro de Coatépec (sic)”. En 2011 el de Ciencias Naturales de cuarto grado, la narración del descenso del Apolo 11 atribuye la frase “Houston aquí base Tranquilidad el Águila ha alunizado” a Edwin Eugene Aldrin Jr. en el momento en que el Apolo 11, que él mismo conducía, llegó a la Luna, cuando sabemos que quien piloteaba la nave era el también autor de la frase, Neil Armstrong. Aseguraba además que después de ese viaje se realizaron 10 misiones más, siendo la última en 1972 (Apolo 17), cuando los especialistas acotan el número de misiones a seis. Por si fuera poco, afirma que quien aparece en la foto es Armstrong, y en realidad es Buzz Aldrin. El colmo es que ocurra cada año. El polémico yerno de Elba Esther Gordillo admitió en 2011 errores en los 129 millones 636 mil 800 libros para el caso de la primaria. Ese mismo año Raúl Alva García, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana detectó con un grupo de colegas 177 errores, observaciones e imprecisiones. La directora general de Materiales Educativos María Editl Bemáldez Reyes, intentó parcharlos con la mexicanada de incorporar un cuestionario de preguntas de opción múltiple. Toda una vergüenza. Como vemos, nuestro fracaso educativo es cuestión de método: programas inviables, profesores irresponsables que igual cobran como líderes del SNTE que como lugartenientes del crimen organizado y un funcionariado distraído y analfabeto. Todo un método probado, replicado por los gobiernos mal llamados del cambio, y generado por quienes vienen hoy por su jubilación, no sin cosechar un poco de lo que sembraron.