Lo cierto es que los eventos que suceden en esta noble y leal producen en quien los oye reacciones diversas. Ante el llamado arte urbano, grupos de personas (cuantificadas dependiendo de quien las cuenta) protestaron contra la instalación de una escultura, otros la defendieron por lo que consideran un valor que aumenta los atractivos de la ciudad. Ignoro quién, si hay alguno que tenga la razón, pero lo que no debe perderse de vista de ninguna manera es, por un lado, el hecho de que es un derecho que te gusten o no las piezas de arte urbano; y de que exista la posibilidad -simple posibilidad aunque sea pequeña- de que sea una forma de ahorro para campañas. Por cierto, yo sé que nuestros amados gobernantes no lo harán, pero a mí no me importaría que alguna de estas obras se instalase cerca de la casa de estos, lo que no pasará porque ellos son muy escrupulosos con los bienes públicos.Luego, el fin de semana tuvo lugar la ratificación de mandato -exaltada por los propios y torpemente atacada por los ajenos-, en la que los sometidos al proceso salieron entusiastamente ratificados. El asunto se llevó a cabo a costa del lomo de los contribuyentes (lo que a mí no me gustó) y a decir por el costo declarado en la capital y en la villa casera, que suman tres millones doscientos mil machacantes, divididos entre dos el ejercicio costaría como un millón y medio por municipio.Deje usted el resultado y el valor político que pueda tener, a la hora que los demás partidos se den cuenta del negocio elevado a dos mil quinientos municipios y vean que en vez de elecciones cada tres años pueden, entre éstas y las ratificaciones, hacer un evento cada año y medio, y que tendría a precios actuales un costo mínimo de cuatro mil millones de pesos (si la cuenta no salió mal), van a bendecir al que se le ocurrió el sistemita.Otra buena noticia, principalmente para los ciudadanos, fue que la Suprema Corte decretó haber quitado presupuesto a los partidos en años no electorales, aplicando la reforma propuesta del diputado Kumamoto, aprobada por el Congreso de Jalisco y anunciada por el señor gobernador, con el reclamo de los del partido de Dante Delgado, alegando primacía en la idea; pero de quien haya sido la idea o de todos, será una cosa provechosa.Sin embargo hay un tema que me inquieta y es el hecho de que el presupuesto del Congreso estatal desde que estaban puros malos y abusivos era muy alto. Llegaron al Congreso diputados puros y purísimos, y no nada más no ha disminuido sino que sigue creciendo, contra lo que muchos esperábamos: que al llegar la decencia al Legislativo el presupuesto descendería, pero no, resulta que es un tema que no parece agobiar a nuestros padres conscriptos, indecentes y decentes, que colectivamente se declaran tan preocupados por los gastos públicos, o a la mejor nada más les preocupan los gastos de los otros y no los propios. @carlosmorsa
