La narración se remonta a 200 mil años en expresiones fantásticas que habrían de dar secuencia al homo sapiens, del que el hombre hasta la actualidad continúa investigación con inquietud acerca de la evolución del ser humano conducente, entre otras cosas al sistema patriarcal. La secuencia establece los aspectos de supervivencia de cazadores y recolectores nómadas alcanzado el nivel de agricultores sedentarios, que hace diez mil años condujo a organizaciones productoras de grupos, a su vez integradores de reinos y hegemonías hasta hoy presentes.La codicia y la ambición están representadas en la creación de imperios globales con predominio del hombre blanco, como raza superior con apología politeísta en múltiples religiones con tolerancia no ajena al fanatismo, tampoco no exentos de antagonismos internos provocadores de luchas con el costo de sacrificios y vidas.Hasta ahí la síntesis del ayer, para abordar la evolución científica surgida hace quinientos años, preludio de avances tecnológicos dando forma a la industrialización que nos hace caer en sueños, reflexión, efectos y consecuencias con la revolución que significa la reingeniería genética que alberga una computadora implícita en el deseo de inmortalidad.El proceso de investigación también conlleva el avance de un proceso ecológico amenazador para el propio ser humano y su entorno productivo de los elementos fundamentales de vida en el planeta envolventes de una amenaza por la que todos estamos convencidos aún con poderosas resistencias que alejan los propósitos de sana convivencia, equidad y felicidad.La producción cinematográfica “De animales a dioses” induce a hacia la meditación formal, seria y responsable respecto a la evolución de la vida y multiplicación de seres con la debida conservación en un plan de convivencia pacífica, ordenada y justa que desplace la crueldad y asimile la ética.Dios nos guarde de la discordia.
