El lunes pasado, más de 30 representantes de agroproductores alteños sostuvieron una reunión en San Juan de los Lagos con representantes del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua para el Estado de Jalisco, para analizar la reciente información surgida sobre el megaproyecto hidráulico de la presa El Zapotillo y el pretendido trasvase de agua de la cuenca del Río Verde a León. La conclusión a la que llegaron los representantes de miles de agroproductores alteños fue simple y unánime: cancelación del trasvase del agua alteña diseñado para satisfacer las necesidades del complejo industrial - comercial - inmobiliario de Guanajuato.Juan Guillermo Márquez Gutiérrez, coordinador del observatorio del agua, resaltó la importancia de la representación que ostentaban los representantes de los agroproductores: asistieron de la Cooperativa Pedro Esqueda que tiene cerca de dos mil 300 miembros; cooperativa Norhaua con mil 200 miembros; cooperativa Jalos con dos mil socios; Unión de Cooperativas con ocho mil afiliados; la Asociación ganadera de San Juan de los Lagos con 900 socios; más representantes de Encarnación de Díaz y San Julián. En un pronunciamiento emitido hace dos años contra el megaproyecto hidráulico El Zapotillo, la Diócesis de San Juan de los Lagos estimó que, de llevarse a cabo el proyecto tal como lo pretende el Gobierno federal y el de Guanajuato, se afectaría directamente a 250 mil agroproductores de la región.El encuentro en San Juan de los Lagos fue solicitado por los propios productores al Observatorio del Agua para conocer los recientes avances en sus recomendaciones y en un momento en que actores políticos tanto de Guanajuato como de Jalisco emitieron declaraciones sobre el megaproyecto El Zapotillo.Como se sabe, en este momento las concesiones de agua favorecen a Guanajuato. Los actores políticos guanajuatenses exigen que siga adelante todo el megaproyecto hidráulico que contempla tanto la presa con una cortina de 105 metros y el trasvase de agua del Río Verde a la ciudad de León. En este contexto, dirigentes empresariales de Guanajuato se sinceraron y admitieron que el trasvase no es tanto para satisfacer a la población de León, sino para tener agua de reserva y garantizar los negocios tanto en León como en Silao. Sin la reserva del agua que proporcionaría la presa El Zapotillo, las inversiones en Guanajuato corren riesgo, dijeron.Son estas presiones, más nueva información de que en su región el agua no abunda sino que escasea, las que llevaron a los productores a exigir que se cancele el trasvase de El Zapotillo a León. Pero esta vez no sólo son peticiones al Estado: también dijeron estar dispuestos a llevar a cabo acciones directas y llegar hasta las últimas consecuencias para impedir que se les despoje del agua.Es la misma determinación que desde hace 12 años han externado los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo. Estamos ante una intensificación del conflicto social generado por este megaproyecto hidráulico. Mal haría, muy mal, el Gobierno de Jalisco y el Gobierno federal en ignorar esta determinación de cientos de miles de pobladores resueltos a defender su agua, pues saben que sin agua no hay vida. Por todo esto, el megaproyecto El Zapotillo cancelarse.
