Opaca. Obesa. Onerosa. Son tres calificativos con la vocal “o” que se ajustan a la nómina que manejó la Legislatura del Congreso del Estado que está por concluir. Opaca: nunca se supo cuál era la cifra real de los empleados que ahí laboran, a tal grado que había distintas y contradictorias nóminas “oficiales”; sin contar que pedir y obtener el listado con datos precisos se volvió una proeza. La oscuridad total reinó en el manejo del personal y los recursos financieros. Obesa: creció y creció, con el aval de los actuales legisladores, algunos de ellos ya despachando en la Cámara de Diputados. Onerosa: a los jaliscienses nos salió cara esta Legislatura, que además deja endeudado al Poder Legislativo con hartos millones de pesos. ¿Adivinen quién pagará? —0— A dos meses de que dejen la curul, el presidente de la Comisión de Administración, Raúl Vargas López, exhibió el desorden que recibieron de la pasada Legislatura y que aumentaron los diputados de la actual. “No logramos explicar qué hace tanto personal en el Congreso”, dijo al dar a conocer ante el pleno el relajo administrativo. “Si algo hemos hecho mal en el Congreso es el manejo de recursos en capítulo 1000”, apuntó, al referirse al de los recursos humanos y la nómina. Bueno, hasta se “extravió” información y documentación, lo que fue denunciado desde julio de 2010, sin que se conozca algún avance de las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado. ¡Qué bueno que ya se van! —0— Para rematar, el Gobierno del Estado le ganó unas vencidas jurídicas al Poder Legislativo. Se las contamos: en febrero de 2011 el primero interpuso una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación luego de que el Congreso del Estado lo quería obligar a comprar las llamadas “formas valoradas”, que son documentos oficiales con los que se comprueban ingresos y egresos. Para no hacerla cansada, este miércoles los ministros le dieron el gane al gobierno estatal. Se va la Legislatura local, como dirían los cronistas de toros, con un lance por chicuelinas y luego de varias verónicas, donde les pusieron banderillas y recibieron su estocada. No les cortaron oreja y rabo, pero más de un ciudadano quisiera que eso hubiera ocurrido con tanto desorden. ¡Olé! —0— Aviso a los afiladores que buscan chamba en mercados, loncherías y casas de Guadalajara: en la calle Vidrio, cerca de Enrique Díaz de León, en la oficina que tiene un logo con las letras PAN, necesitan afilar guadañas, cuchillos y machetes. Pregunten por la Comisión de Orden: están trabajando ahí para cortar cabezas, o sea, expulsar del partido a quienes participaron en otros partidos políticos en el reciente proceso electoral. La lista incluye a 83, entre ex diputados y legisladores, y ex funcionarios municipales y estatales del blanquiazul. Afiladores: el PAN les garantiza empleo pa rato.
