Era previsible: la conquista de las medallas de oro en el torneo olímpico de futbol abrió de par en par las puertas de la fantasía a los imaginativos... (Total, ya Juan Orol, antaño, y los Hermanos Almada, en el presente, entre otros, han demostrado que para hacer una película mexicana taquillera, basta y sobra, como para bailar la bamba, con “una poca de gracia... y otra cosita”). * Si Oribe Peralta hizo los goles de la victoria sobre Brasil, el sábado, ¿por qué no soltar a los cuatro vientos la especie de que a varios clubes ingleses, italianos y españoles se les queman las habas por incorporarlo en sus plantillas...? Si Jesús Corona fue una de las figuras sobresalientes en la primera ronda del certamen (de hecho, México avanzó hasta la fase de semifinales, cuando menos, gracias, en buena medida, a intervenciones providenciales de su guardameta), ¿por qué no decir que varios equipos europeos entraron en contacto con su representante...? Y lo que se dice de ellos puede hacerse extensivo a los Diego Reyes, Hiram Mier, “Chatón” Enríquez, Marco Fabián... y, ya encarrerado el ratón, al “Flaco” Tena y a todos los demás. * En algunos casos, es posible que haya un elemento de veracidad en la especie... Cuando se involucra en esas versiones (que acaban, las más de las veces, en viles “borregos”, como se denomina, en el argot periodístico, a las “informaciones” que un día se sueltan... y al siguiente se vuelven nada, como pompas de jabón) a equipos españoles como La Coruña, Málaga y anexas, por ejemplo, bien pudiera darse el caso de un mutuo enamoramiento... Para consumarlo, sin embargo, hay que entender que esos “clubes”, acostumbrados a operar con números rojos, suelen lanzar el anzuelo en busca de peces gordos... poniendo viles lombrices a guisa de carnada. Para decirlo con todas sus letras: quieren “bueno, bonito y barato”; y si es gratis, mejor aún. * Los flamantes campeones olímpicos, pues, deben estar advertidos de que ni toda la Luna es queso ni todo lo que relumbra es oro. También en Europa hay equipos de medio pelo y dirigentes sin escrúpulos. Varios jugadores mexicanos pueden darles referencias... Deberán entender, en fin, que detrás de los cantos de las sirenas que previsiblemente llegarán a sus oídos, existe el riesgo de dar pasos en falso, de los que más tarde o más temprano podrían arrepentirse.
