Es frustrante…Acostumbrados como estamos en el futbol mexicano, por una parte, al desencanto por cuenta de la Selección Nacional, y, por la otra, a practicar el canibalismo, los hay que preferirían, en el fondo, que Juan Carlos Osorio fracasara; que, como sucedió con Sven-Goran Eriksson, se le declarara incompetente para el cargo de técnico nacional, se le despidiera con cajas destempladas y se le reemplazara con un entrenador mexicano… O si no, ya de perdido, con uno “hecho en México” (como Bora Milutinovic o “Tuca” Ferreti, por ejemplos), para ejercitar con ellos otro de los deportes nacionales: el “Tiro al blanco” desde los medios de comunicación.*El Librito enseña que un equipo en proceso, como el que teóricamente intenta modelar Osorio para competencias como la Copa América Bicentenario en que actualmente participa o como las eliminatorias para el Mundial de 2018 que vendrán a continuación, debe ir perfilando una alineación básica. Si no los once titulares, se supone que lo razonable es definir a por lo menos seis jugadores que pudieran considerarse básicos…No ha sido así. En parte por las ocasionales limitaciones para convocar jugadores — la “liguilla” del Torneo de Clausura, los compromisos de los “europeos”, etc.— y en parte porque ese es, al parecer, el estilo de Osorio, el caso es que de un partido a otro saca una alineación diferente.Los críticos preferirían — reiterémoslo—, primero, que se vislumbrara un grupo de jugadores casi inamovibles; segundo, que el desempeño colectivo no tuviera las intermitencias que el “Tri” ha tenido tanto en el amistoso contra Chile como en los dos compromisos formales de la Copa América ante Uruguay y Panamá; y tercero, que los resultados fueran precisamente los triunfos que Osorio tiene en la mano, como los pelos de la burra parda, con los cuales deja, hasta ahora, inermes — aunque no mudos— a sus críticos.*Con evidentes intermitencias en su desempeño, el hecho incuestionable es que el “Tri”, con Osorio, ha tenido, como regla, lo que en “eras” anteriores (Bora, Mejía Barón, La Volpe, Hugo Sánchez, Enrique Meza, Javier Aguirre, Chepo de la Torre, Luis Fernando Tena, Vucetich, Miguel Herrera…) sólo excepcionalmente se lograba: resultados.Y una cosa más: que el actual entrenador nacional —un timonel ostensiblemente educado, ecuánime y estudioso— se ha ganado el respeto de sus jugadores, lo que le confiere el liderazgo al que todo técnico aspira.
