Y ahora, esa...A la polémica —bizantina, según convinimos— sobre la pertinencia o no de transferir el título de “Campeonísimo” de las sienes del Guadalajara a las del América, se suma otra, relacionada con la decisión de los dirigentes de las “Chivas Rayadas”, de tomarse la fotografía oficial de la temporada... en la Basílica de Guadalupe.*Más llamativo incluso que el icono religioso más representativo de la nacionalidad mexicana, resulta, en el centro de la fotografía de marras, como muñeco de pastel, ataviado con la camiseta del equipo, rodeado por la plantilla de jugadores, ese monumento viviente al egocentrismo que es —para bien o para mal— el dueño de los destinos del equipo más popular de México.La fotografía, por lo demás, está cortada por la misma tijera que casi todas las que la han precedido y que, pretendiendo significarse por su originalidad, terminan haciéndolo por su chabacanería y mal gusto: aquellas en que disfrazaron de charros, de albañiles o de músicos; otras, al pie del avión del dueño, o en el techo de su estadio...En fin: si no se dan las condiciones para que el equipo sobresalga por sus logros, allá quien se consuele si lo hace merced a las bufonadas de su propietario, en el entendido de que es público y notorio que los propios jugadores reniegan de esas ocurrencias... aunque no tienen más remedio que secundarlas. Después de todo, para eso les pagan.*La ocurrencia, por cierto, no es totalmente novedosa...Los jugadores del Guadalajara, desde tiempos previos al “Campeonísimo”, acostumbran acudir al Santuario de Guadalupe, en Guadalajara, y colocar una bandera con el escudo del club a un lado de la Guadalupana, cada 12 de diciembre. Diego Mercado, en sus tiempos de entrenador del equipo, hace casi cuatro décadas, quiso llevar su devoción a la Virgen al extremo de solicitar a su directiva adosar una pequeña réplica de la Morenita del Tepeyac al escudo del equipo. Obviamente, su iniciativa no prosperó.*Al margen de la sanción que eventualmente se le aplique, al no mantener la neutralidad sobre temas religiosos o políticos que demanda el “Código de Ética” de la Federación Mexicana de Futbol, viene al caso la frase de El Sacristán en el primer acto de Tosca: “Scherza coi fanti e lascia stare i santi”; (juega con pelotas y deja en paz a los santos).