La Liga MX cada vez da menos pie a los ''chiripazos'', pues premia a los que invierten en armar buenos planteles con los puestos de Liguilla, y castiga a aquellos que no le meten dinero a sus escuadras.Campeones como aquel modesto Atlante de 2007 son meras anécdotas en una competencia donde los equipos de bajo presupuesto ocupan los lugares del fondo de la tabla, tal y como ocurre con Veracruz y Lobos BUAP, que son las nóminas más bajas del campeonato.El Atlas, la plantilla número 13 en el tema de costos, es el último lugar de la competencia, en una combinación de malas decisiones, bajas de juego, pero también escasa calidad de sus futbolistas, al menos en la valuación de sus servicios, según el sitio especializado Transfermarkt.com.En cambio, los equipos más caros del futbol nacional se ubican entre los primeros ocho del torneo, salvo algunas escuadras como Chivas o Pachuca, cuyas posiciones actuales en el torneo no corresponden con su valor en el mercado.Tigres, América, Monterrey y Cruz Azul son los equipos más costosos del futbol nacional y todos están en zona de calificación. Rayados, incluso, tiene en sus filas a Rodolfo Pizarro, el jugador más caro de la Liga MX.La tendencia mundial apunta así, a premiar al que invierte, por lo que el futbol azteca parece entrar a esa inercia.